Bueno, volviendo al punto por lo que decidí escribir esto es
porque un lunes, después de despedir a mi prima Chumali (el domingo anterior al
lunes en el aeropuerto, porque se regresaba a canada. Lugar donde vive.)
mientras hacía yoga, después de una hora de haber empezado mi práctica, comencé
a disolverme. Era como si mi cuerpo fuera de arena y mi figura o mi ser se
desmoronara bonito. Se fundía con lo demás que también era de arena. Creo que más bien me sentía yo de polvo porque era algo muy finito, de una consistencia minúscula que
juntita me formaba pero en ese momento me disolvía.
Seguía en mi asana respirando
y sin darme cuenta, de pronto como si estuviera soñando. Exacto esa era la
sensación, como si hubiera empezado a soñar y sin más ni más ya estaba en la
casa de mi prima en Canadá. Fui a recostarme a su lado. Ella estaba en su cama
y yo me acosté junto a ella. La abracé y le dije
-todo estará bien. Te amo y siempre que me necesites aquí
estaré. No existe el tiempo ni la separación. La distancia es sólo una ilusión
y yo estaré contigo abrazándote siempre que te haga falta.
Mientras tanto seguía en la misma asana respirando. Cosa que
tengo bien clara porque en cuanto tomé consciencia de dónde estaba y de lo que
estaba haciendo ( Canada, abrazando a mi prima) abrí los ojos y seguía aquí. En
mi casa, sobre mi mat de yoga verde y en la misma asana.
Seguía respirando y como si fuera despertando muy lentamente
me senté en flor de loto y comencé a meditar ahí. Mi mente trataba de
recapitular y entender lo que había pasado.
Un viaje astral???
Lo único que puedo es compartir la experiencia que 9 días
después casi logro repetir. Sin intención alguna de hacerlo, cabe aclarar.
Estaba como acostumbro últimamente haciendo yoga a las 9 y
cacho de la mañana, a media práctica y de pronto sentí a Analía. Vieja amiga
con la que viví un tiempo y con quien empecé a practicar yoga diariamente.
Gracias a ella sé lo que hoy sé de esta disciplina. Gracias a sus enseñanzas
sobreviví a una depresión. Gracias a su compañía crecí mucho y ahora la sentía
como si estuviera a mi lado o yo al lado de ella. No lo sé, pero ahí, le decía
lo mucho que le agradecía por todo lo compartido y vivido. El cariño infinito
que sentía por ella. Mi amor y mi gratitud que no se habían terminado con
nuestra amistad. Le expresaba de alguna manera que ni siquiera estaba segura de
que nuestra amistad se hubiera terminado. De lo que sí estaba segura es que
nuestra relación se había transformado pero para mí seguía existiendo.
No puedo decir que se lo dije con palabras. Sólo sé que se
lo dije. Sólo sabía que estábamos cerca y juntas como hace más de 5 años y se
lo decía o se lo comunicaba. Se lo expresaba de alguna manera.
No sé que sea lo que me esté pasando pero es hermoso y lo
disfruto. No busco definir mis experiencias, sólo compartirlas. No quiero
explicaciones de nada, quiero seguir creciendo y aprendiendo. Viviendo y
compartiendo. Perdonando y agradeciendo.