domingo, 18 de mayo de 2014

UN JABÓN NATURAL





Hay muchos hábitos en mi vida que  tengo inconscientemente. La mayoría los he heredado de mi madre, mi padre, mis abuelos, mis tíos, primos, etc. Otros me los heredó la sociedad, la religión, la escuela, la humanidad. Afortunadamente están los que he ido cambiando y me he ido formando con total decisión, en pleno uso de mi consciencia y con todo el gusto y las ganas de crecer y ser mejor. En el peor de los casos he tenido hábitos por cuestiones de salud que de una u otra forma las lecciones y enseñanzas de la vida me han ayudado a cambiar.

Por cuestiones de salud he tenido que modificar mi alimentación, he dejado muchas cosas que me gustan y otras que por suerte no extraño para nada. Por ideología y valores he dejado de consumir muchos alimentos que son delicioso pero que prefiero evitar. Hoy, a mis 29 años soy otra. Una mujer muy diferente a la mujer de 18 años que dejó su casa buscando ser libre.

Hoy disfruto mucho comer mi medicina y que mi medicina sea mi alimento. Seguir la dieta según mi tipo de sangre me ha transformado la vida, pero de eso les hablaré después vale la pena un gran post para eso. Lo que quiero compartir aquí es lo que la “VARICELA” me enseñó.

A mis 28 años la varicela me atacó durísimo. Comezón incontrolable, fiebres muy altas y mucho dolor muscular. No me aguantaba ni un segundo más. Ya no podía conmigo misma hasta que Jor buscó en internet y descubrió que el “AVENA” es buenísima para la piel.

Investigué y saqué mi propia receta. La usé para bañarme durante la varicela y llevo usando esta receta como jabón. La recomiendo mucho.

Limpia mejor que el jabón porque no altera nuestro PH y tampoco irrita o reseca nuestra piel (por cierto la piel es el órgano más grande que tenemos) muy al contrario la humecta, la suaviza y alivia cualquier irritación, zarpullido o picazón.

INGREDIENTES:
*Una taza chica
*Avena
*Un calcetín viejo
*Una licuadora o moulinex

INSTRUCCIONES:
1.- Licua una taza chica de avena hasta dejar el avena hecha polvo. La licuadora debe estar bien seca para que pueda quedarte el avena hecha harina.
2.- Ese polvo de avena o harina de avena, lo vacías en un calcetín.
3.- Anuda el calcetín para que no se salga el harina de avena.
4.- Úsalo como jabón durante tu baño y báñate como regularmente lo haces. Ya sea que prefieras tallar fuertemente o te acariciar tu cuerpo, según te guste más, exprime esporádicamente el calcetín para que se vierta su leche sobre ti, la leche humectará tu piel y la dejara suave y tersa.

5.- Enjuágate bien y seca tu cuerpo suavemente dando pequeños golpecitos en todo tu cuerpo con la toalla.

* PARA EL CABELLO: Puedes dejar remojando el calcetín en un recipiente para que el avena suelte su leche y esa leche puedes usarla en tu cabello después de lavarlo. Una vez que te hayas lavado tu cabello, vacía la leche sobre él y frótalo para esparcirlo bien. Date un rico masaje en la cabeza y luego enjuaga con abundante agua. El cabello se humectará y quedará más suave y brilloso.

*Ese mismo calcetín te puede durar 2 o 3 baños. Cámbialo cuando  sientas que el calcetín ya no suelta leche y su consistencia ya no sea babosa o gelatinosa.

*Si tienes tina puedes dejar flotando el calcetín, pronto el agua de la tina estará toda blanca como si fuera leche, sumérgete en la tina y disfruta de un baño para diosas. Acaríciate con el calcetín y disfruta té. Con el avena dentro del calcetón sólo tendrás que vaciar la tina  no tendrás ningún problema para lavarla.

Espero mi experiencia te sirva de algo. Cualquier duda puedes comentar el post y yo inmediatamente te responderé.

Disfrutando de su cuerpo se despide de ustedes. MAR ^^