Hay momentos que nos encuentran. Encontrar esos momentos para trabajar. Cuando te siento dentro, las noches son menos frías. La música por la ciudad en el cielo nublado de la luna llena. Mi amor por seguir aprendiendo se aprende a desintegrar. Encuentros. Momentos. Ideales para conocerte, para continuar sintiendo tu cuerpo bailando. La música en tu respiración. El movimiento de tus caderas. Los planetas alineandose al ritmo de nuestro amor. Mi corazón palpita las estrellas que calientan.
Las ideas fluyen y la mente se expande. Te entiendo. Nos encontraremos. Seguiremos. Miau.
sábado, 30 de enero de 2010
lunes, 11 de enero de 2010
EVA
Ella tenía 22 años que se le extinguían como la historia de su nombre se ha ido desvaneciendo a lo largo de la historia. Quería amar y estaba enamorada. Vivía sin planear demasiado, cumpliendo compromisos y haciendo locuras a placer. Una noche de fiesta disfrutaba de la vida. Miraba al hombre con quien había compartido una noche y luego... como buenos amigos compartían para alucinar un ajo debajo de la lengua hasta el amanecer.
Nunca se imaginó que esa noche cambiaría su vida. Conoció los ojos que la hechizaron para siempre. La mirada que dejo encantado su corazón y la boca que con palabras embrujaría su mente, la penetraría y ella lo permitiría.
El sol resplandeció y ella también.
Nunca se imaginó que esa noche cambiaría su vida. Conoció los ojos que la hechizaron para siempre. La mirada que dejo encantado su corazón y la boca que con palabras embrujaría su mente, la penetraría y ella lo permitiría.
El sol resplandeció y ella también.
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