sábado, 2 de octubre de 2010

Recibirte (3ra parte)


Recibirte fue mágico. Un momento lleno de emoción. Ver tus ojos de nuevo, sentir tu boca inmediatamente. Tus brazos envolviéndome por completo. Tenerte frente a mi y mirarte, sentirte, besarte, abrazarte y no soltarte. Fue un sueño. Nunca hubiera podido imaginarme lo que sentí y viví esa noche en el aeropuerto. Yo estaba ahí, esperándote. Todo el día me había preparado para ese momento. Mentira. Llevaba meses preparándome para ese momento.
Llegue al aeropuerto con mucho tiempo, me senté en la sala de espera y saque mi libro. Los minutos pasaban. Tu vuelo anunciado venía a tiempo. Mientras esperaba me dio hambre. Decidi sacar una manzana y seguir leyendo. La manzana ya estaba dentro de mi estomago. Tu avión ya había aterrizado y yo seguía leyendo esperando tu salida. Diez minutos pasaron sin que tú aparecieras. Sentí que era ya demasiado tiempo. Me acerque entonces a un guardia de seguridad y pregunte por los pasajeros del vuelo Continental Airlines 1737 de New Ark/New York, 21:50 hrs. -No!!!- estaba en la terminal 1 y tú en la 2. Corrí a tomar el transporte del aeropuerto que conecta a las dos terminales. En tu último mail escribiste que me esperarías 30 minutos y si no llegaba te irías solo a buscar mi dirección. Yo estaba cronometrando todo, tenía 8 minutos para llegar antes de que te fueras. Estaba lloviendo. El bus iba lento. Pensaba que una vez llegando a la terminal 2, la misión era encontrarte en menos de 2 minutos. El reloj seguía avanzando. El bus llegó y yo en la puerta lista para bajar y salir corriendo. Mientras corría bajo la lluvia pisando todos los charcos (por que traía botas para lluvia) me sentía tremendamente feliz. Ya estabas aquí. Te vi. Quería dejar mis cosas y saltarte encima (eso hice). Nos besamos. Nos abrazamos. Me tomabas con tanta fuerza. Yo no dejaba de reir y besarte. Todo al mismo tiempo. Tus primeras palabras -ahora entiendo porqué trabaje todo el verano- Entonces yo te bese. Mire tus ojos y sonreí. Te pregunte - ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? Tu reías y respondías agitado -bien!!! muy bien!!!- Me cargaste, giramos y giramos mientras sonreíamos y nos besábamos. No había muchas palabras. Sólo emociones, todas. Mucha intensidad. Dos corazones acelerados. Un par de rostros enamorados. Felices.
Camino a casa era difícil parar de besarte, dejar de abrazarte. Sentía una imperiosa necesidad de tocarte, contactarte. Sentirte y saber que era cierto. No era mi imaginación como lo fue muchos meses. No estaba dormida y soñando como pasaron muchas noches. Eras tú en México y yo recibiéndote. Lo único que quería era llevarte a la casa. Que descansaras de ese viaje tan largo. Acostarme junto a ti. Abrazarte con todo mi cuerpo, subirte mis piernas, rodearte con mis brazos, toda sobre ti. Sentirte todo sobre mi. Esa noche fue mágica y sorprendente o más.

No hay comentarios: