martes, 8 de diciembre de 2015

DÍA A DÍA EN LA BICI





En la bici el mundo pareciera más agradable. Soportable por lo menos. En el metro los empujones, arrimones, estornudos en la cara y olores apestosos son insoportables. En los camiones esos arrancones, esas carreritas que parece que van echando los choferes y los topes son terribles. En carro el tráfico, pagar la tarifa de los taxis que cobran lo que quieren disparatadamente, si es carro propio pagar estacionamiento, pagarle al vieneviene, las multas carísimas y el gasto de gasolina… yo safo!!!

En general la vida en bicicleta es más hermosa. Pero no falta el peatón que piensa que la ciclopista es una extensión de la banqueta y que puede caminar por ella tranquilamente como si fuera de paseo por la alameda. Tampoco falta el coche que cree que es un estacionamiento para poder parar su coche mientras espera qué se yo, y no estorvar a los otros automovilistas. Pff!!! Y por supuesto que no pueden faltar los ciclistas que vienen en sentido contrario porque les da flojera atravesarse la calle para ir en su sentido y no en contraflujo.

pa´qué, si nadie dice nada y todo mundo lo hace???

Antes hacia corajes y gritaba a diestra y siniestra

-Señora esto no es estacionamiento por favor, mueva su coche de aquí, pone en riesgo la vida de los ciclistas.

-Señor esto no es banqueta es ciclopista.

-Cuidado!!! Atención por favoooor!!!

Pero de nada servía. Sentía que sólo hacía corajes y me llevaba una que otra mentada de madre de regreso.

Hay obstáculos que ni a quién gritarle; los hoyos, los baches, las coladeras destapadas, la grasa o charcos de aceite, el montón de vidrios, clavos, grapas y demás artículos que ponchan la llanta.


Después opté por ir con cuidado y tener suficiente precaución por mí y por todos mis compañeros, peatones, choferes de transporte colectivo y otros ciclistas, por el gobierno y su terrible infraestructura. Callarme y seguir mi camino después de frenar como loca para evitar accidentes, esperar pacientemente a que me vean, con cuidado salirme del carril de bicicletas e incorporarme más adelante después de pasar el obstáculo (llámese peatón, auto estacionado o familia caminando) o esquivar hoyos porque mi vida depende de ello. 

Aún que después pensé que eso me iba a terminar por hacer daño ya que sentía que el coraje me lo tragaba todito yo sola. La gente seguía como si nada y ni cuenta se daba o hasta caras de fuchi me hacen. Como si yo tuviera la culpa de algo. Grrr!!!


Ahora no sé que hacer. No sé que sea lo mejor. Como ciclista responsable que me considero no sé cuál sea la vía más fácil, decente, educada y políticamente correcta de andar y superar o sobrellevar todas estas situaciones a las que uno se enfrenta cuando anda en bicicleta día a día. Help me!!!