No sé qué hacer con esta ansiedad que de un tiempo para acá
me invade. Siento que no estoy haciendo lo que debo. Me siento insuficiente en
la vida en general. Estoy en casa cocinando y dando lo mejor de mí, arreglo, acomodo,
reacomodo, organizo, reorganizo, cambio de lugar, tiro todo lo que no sirve y
cuando llegan mis primas a mi casa, lo que dicen es que se ve más descuidada, que se veía mejor antes y que ahora nos falta
meterle más (antes se refieren a cuando vivía sola, ahora se refieren desde que vivo con él).
Qué más, cuánto más, por qué más?
Hay un vacío dentro de mi que no se llena, una sensación de
insatisfacción constante y permanente a veces interrumpida por brotes de amor y
momentos alegres. Sólo instantes algunos que le dan sentido a mi vida y fuerza
para seguir adelante.
Estoy comiendo mal, bebiendo mucho, llorando de todo,
irritable, hostil, me siento desconectada del mundo. Desconectada de mí,
desconectada de mis amigas y amigos, del amor, de mi salud, de mi corazón.
No sé qué hacer y no sé por qué me permito esta situación.
Sé que yo y me hago responsable de haber llegado aquí. A este punto donde no me
reconozco, donde soy otra, diferente, y no sé si sea para bien o para mal.
Siempre había creído que el cambio es bueno, esta vez no estoy tan segura.
Segura estoy de que algo tengo que aprender en este proceso, pero…
qué?
Mientras tanto estoy triste por lo menos 1 vez al día.
Llorando y sin encontrarle sentido a nada. Me siento débil y esa es una
sensación muy rara para mí, me he sentido así pocas veces en la vida. Frágil,
vulnerable, tonta. Nos son sensaciones no sentimientos que acostumbre a tocar.
Sigo caminando y respirando, buscando fuerza y tomándola de
todos los lugares conocidos. Por mucho que me cueste hacer yoga lo estoy
logrando dos o tres veces por semana. Aún que no tenga animo de ir a correr, lo
estoy haciendo de vez en cuando. Me estoy sentando a leer y me estoy tomando el
tiempo de escribir. Cocino y aún que no quiera, debo confesar que pierdo mucho
el tiempo en Facebook.
Creo que tengo oportunidad de estar conmigo y la quiero
tomar, descubro momentos para mí, aparecen oportunidades de encontrarme y creo
que eso es lo más valioso. No me los quiero perder, sin embargo en esos
momentos lo que encuentro no me gusta.
No me gusta mi cuerpo, no me gusto yo y eso sí que es nuevo. Nunca me había pasado,
ni lo había experimentado. Si bien en la carrera de danza, sobre todo al principio, me costó
trabajo lograr los requerimientos de elasticidad, fuerza y medidas, sabía y
tenía claro que iba trabajando y caminando para lograr mis metas, objetivos o
requisitos de la danza. Hoy simplemente estoy insatisfecha y enfadada conmigo.
Con permitirme llegar a este punto donde ya no me gusto. He trabajado más de 15
años por ser quien quiero ser. Me he cuidado todo este tiempo y me sentía
orgullosa de ser una mujer saludable, trabajadora. Me descuidé 8 meses y ya me
transformé. Me perdí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario