Al arquitecto de mi vida

Cuando esperaban un hijo y del vientre de mi madre salió una niña, se que mi padre escribió una carta por que él quería un niño y ahora una niña significaba un gran reto, para él.
A partir de ahí, me ha enseñado a ser una mujer libre que puede sola y no necesita de nada ni de nadie, que solo necesita de ella y a ella para salir adelante y para lograr lo que quiere, por eso ahora me cuesta trabajo pedir ayuda, por eso ahora me cuesta trabajo aceptar mis errores, pero también gracias a eso soy quien soy. ¿quien soy?
No lo se, simplemento voy siendo con forme las circunstancias junto a las personas, según los lugares, las situaciones me van haciendo y yo, voy siendo.
No lo se de cierto, pero me imagino que me cantaba, de vez en cuando sueño con su voz, su voz cantandome, su silbido entonando melodías, sus palabras.
Se que me hablaba, me explicaba, me cuestionaba, y todavía lo hace, muchas veces no entendía, ahora entiendo, sabiendo que me faltan muchas cosas por entender, cosas que no me explico, pero que la vida me aclara, o al menos eso espero, paciencia para que los años me aclaren, como lo han hecho hasta ahora.

Me gustaba su compañía, me acompañaba a correr, tiro por viaje nos hechabamos una que otra carrerita, yo de oberol de mezclilla con un corte de cabello lo mas parecido a un niño y mi padre con un vestir casual y su cabello chino, a veces barba y bigote que de niña aborrecia por que me picaba y que ahora disfruto. Ahora me acompaña a correr de ves en cuando, ya no me alcanza o tal vez prefiere ir a mi lado en su bicicleta, para platicar.
Recuerdo que corria con todas mis fuerzas, jamas lo alcanze, muchas veces me caía, siempre de rodillas, o me estrellaba con un poste o con un arbol o con algo por ir distraida, es que soy piscis.
Lo recuerdo luchando, siempre en contra del sistema, de lo conservador, en contra de la mayoria, cuestionandose lo que era "normal" lo que estaba bien o mal, cuestionando.
Si yo quería algo tenía que fundamentarselo bien, si yo le pedía algo necesitaba fuertes razones, si yo me quejaba de algo, había que explicar porque, cuando discutiamos siempre perdía, el siempre tenía la razon y me mandaba a reflexionar lo que habíamos hablado para que la próxima vez yo tuviera mas armas y quizá pudiera ganarle una discusión.
Ahora debatimos, cuestionamos, peleamos, nos quejamos y disfrutamos juntos, y cuando lo hago sola me siento fuerte y con las armas suficientes para luchar, con las ganas y con el impuso sobre todo de aprender de cada una de mis guerras.
Me enseño que estudiar es un derecho y que aprender es la herramienta más valiosa de la vida, que mis conocimientos me hacen quien soy y que ahora eso me hace sentir infinita dentro de la finitud de mi vida.
Me mostro un hombre sensible, muchas veces me enseño que una lagrima y un silencio comparten mas, demuestran mucho y aunque duele, es un dolor que se alivia, se supera y que al sanarlo lo habras trascendido, pero para sobre pasarlo tienes que vivirlo. Me enseño a aceptar el dolor, me lo enseño con el ejemplo, lo aprendí al verlo hablando con los ojos cristalizados por las lagrimas, al escucharle la voz quebrada, cuando me abrazó.
Me gusta llorar, ahora que lo hago me siento libre, antes creía que llorar no servía de nada que llorar me mostraba debil y vulnerable ante los demas, ahora soy honesta, primero conmigo misma y por consecuecia con los demas, sobre todo con las personas que mas amo.

Te conozco desde hace veintitres años de esta vida y no se cuantos mas de otras, pero en esta eres mi padre y yo tu hija, en las otras ¿quien sabe? creo que en alguna, fuiste mi alumno, en esta, yo te aprendo.
Quisiera decirte muchas mas cosas, después, tal vez en otra vida, en esta, solo te digo GRACIAS.