
La primera vez que dormimos juntos tú temblabas, tu corazón hacía que todo tu cuerpo temblara. Yo ya había temblado. La primera vez que nos besamos, mis piernas temblaban. Como tus manos la primera vez que le pusiste un rollo a la camara para tomar fotos. Recuerdo que temblabas. Y yo, ya quería ver las fotos.
Me gustan tus olores. Ya no hueles como al principio. Un día olías a mango, estoy segura que ese día comiste mango, decías que no, lo negaste varias veces. Yo estoy segura de que ese día habías comido mango. Ahora hueles a papaya, a yogurth con granola, a mojarra empapelada y a leche. Ahora hueles a mí. Hueles a Urano. Ahora también hueles un poco a Nina. Cada vez mas.
Al principio desayunabamos en el mercado de Medellín, luego desayunabamos después de ir a correr, a veces, antes de hacer la limpieza y otras veces, después de hacer el amor. Mientras estabas en cuba yo no podía desayunar sin tí. Al principio no podías desayunar sin cáfe. Los domingos desayunabamos torta de tamal, yo verde, a veces, de rajas, tú siempre de mole.
La primera vez que me dijiste te amo, fue en la cama, haciendo el amor. Yo ya lo había pensado muchas veces, me preguntaba si era amor. Me parecía romantico nunca decir "te amo" sólo sentirlo, sentirte a tí.
No sé como nos empezamos a decir amor. Yo te decía César Aliosha. Tú me decías Martha Itzel. Tú eras sorprendente. Yo era chiquita sorpresota (dos superhéroes) que empezaron a cambiar al mundo, empezando por ellos. Ahora tú eres un gato y yo una chispa. Los dos somos conejos.
Recuerdo como bailabamos... al principio...
1 comentario:
Que lindo!
poder poner en palabras las cosas que rondan el corazon! me encanta como lo has logrado...
te quiero
Publicar un comentario