


Lo soñé, lo pedí por muchos medios. Cada cumpleaños, bueno en realidad 2 años seguidos, cada vez que soplaba las velas pedía como deseo tener un hermanito. A mis padres se los pedí de mil formas una y otra vez. Cuando tenía 5 años un día llegué a la escuela y a todos mis compañeros de preprimaria les inventé una historia que protagonizaba mi hermano, les dije que en la mañana se había caído de la ventana y yo estaba muy preocupada y trizte, lloré por largo rato y conmigo lloraron muchos de mis compañeros, también la maestra, esta última en cuanto llegó mi madre por mí, le pregunto muy preocupada por el estado de salud de mi hermano y por cómo se sentía ella. Mi madre no entendía nada, cuando se sentaron y la maestra le explicó, mi madre se reía sin parar, luego se preocupó, le dijo que yo ni siquiera tenía hermano, que era hija única y que ya tenía tiempo pidiendo un hermanito.
Esa fue mi primer visita al psicologo y el análisis fue: La niña necesita un hermanito. Mis padres entonces después de mucho platicar, decidieron regalarme a Panchito, ese fue el nombre que yo le puse a mi hermano antes de que naciera. Ya que nació, mis padres le pusieron MARCO ANTONIO EDUARDO ESPINOSA TREJO. Raro no? Si, mis padres son muy raros para escoger nombres, creo que no se deciden y al final nos ponen todos. Jaja.
Mi hermano llegó y con él la envidia, yo quería amamantar igual que él, quería comer lo mismo que él, quería que me bañaran como a él. Que chocosa!
Ya que creció un poco mas, jugábamos sin parar, platicábamos todo el tiempo, toda la noche, nos desvelamos muchas veces hablando de lo que sea, de todo. Cantábamos, bailábamos y en las travesuras éramos complices. Nos gustaba ver las mismas caricaturas, no parábamos de saltar en la cama, ese era nuestro pasa tiempo preferido.
Desde que tengo 7 años nació la maestra que hay en mí, le daba clases de canto, de ingles, de baile, de español, de matemáticas y de todo lo que se puediera por que hasta lo que no sabía veía cómo explicárselo y le enseñaba. Mi hermano ha sido mi primer y mejor alumno o mejor dicho, él ha sido mi gran maestro. Me quitó muchos miedos, a los 9 años yo me cuestionaba sobre la muerte y que había después de esta vida. Él me entendía, me escuchaba y me sacaba el miedo al compartirlo conmigo.
Siempre creí que sería futbolista, es muy bueno en cualquier deporte que hace, ahora me enseña a jugar tenis, futball, basketball y golf.
Bien lo dice su carta astral con el sol en la casa 8, le encantan las mujeres, desde chiquito tiene una y otra y hasta dos y tres novias al mismo tiempo, he tratado de explicarle mi opinión acerca de la poligámia, la infidelidad y la honestidad.
Creo que me corresponde ponerle el ejemplo a él y a todas las generaciones que me preceden. Pensar en él me da el impulso para seguir luchando por ser lo que he soñado, por lograr mis metas y por no rendirme. Para él bailo, para él actuo, por él me título y por él daría todo.
Es el hombre al que mas amo y por el que amo a los hombres.
3 comentarios:
que afortunado es tu hermano la verdad...cuidate un beso...
Hola leer el como expresas el amor y cariño por tu hermano, me dieron ganas de tener a mi lado a el mio, y haber podido convivir con el y el comprtir tantas cosas pero por razones del destino nos distansiamos, pero en tu escrito sobre tu hermano me dieron ganas de buscar al mio y recuoerar todo lo que hayamos perdido, me gusto suerte
primero que todo GRACIAS POR LEERME. Yo creo que la vida nos va dando muchos hermanos a los cuales poderles enseñar y aprender, con los cuales poder compartir y disfrutar. Hermanos para ayudarnos, apoyarnos y cuidarnos. Saludos!!! y me gustaría saber sus nombres
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