martes, 15 de febrero de 2011

mi regalo de 14 de febrero


Fue un hombre que a mi vida llegó y sospecho viene de la luna.

¿cómo llegó?

Creo que fue una mujer la que nos acerco, pero si trato de descifrarlo no puedo, fueron tantas manos y tantas voces. Él y yo nos acercamos, nos conocimos y nos hemos ido conociendo cada vez más y con cada encuentro mejor. Siempre con enseñanzas. De su voz un tono de paz, un color que no conocía en la voz, creo que es sabiduría. Palabras y sonidos que me enriquecen y me dejan tranquila. Una mirada que refleja la sensibilidad de la luna pero la penetración e intensidad emocional de un hombre que sólo él. Como sólo él.

Me es difícil describirlo. Tan sencillo y risueño. Tan despierto y ligero. Tan firme y seguro. No sé que animal sea, pero me guía, me brinda, me acompaña y me sana. Ha estado conmigo y me he quedado feliz, satisfecha, alegre, contenta. Con tantas cosas por reflexionar durante semanas enteras. Me enseña a mí misma y se enseña él. Me muestra parte de él y se comparte. Eso se lo agradezco, le agradezco sus canciones, su contacto, su respiración y mi respiración. Profundizando cada vez más, nos vamos acercando, nos vamos queriendo y reconociendo. Nos vamos amando. No sé si sea que la tierra esté roja o que la luna sea creciente. Quizá sólo sean sus ojos mirándome y recorriéndome. Sus manos tocándome y sanándome. Mis confesiones y él escuchando. Sus preguntas que me confrontan, las lagrimas que frente a él han brotado de mis ojos, de mi corazón y del alma.

Quizá es que juntos crecemos. Al menos con él, yo siempre me he sentido mejor, más grande, más tranquila, más sabia y más mujer.

Lo que no entiendo es ¿por qué deposito mi bienestar, mi tranquilidad, mi crecimiento, mi mejoría y hasta mi feminidad en los hombres que están conmigo? Por ahora reconozco que así es y que quiero que eso cambie, quiero moverme de donde estoy y depender de mi.

Aún así, la compañía de ese hombre sí que la disfruto, la cuido y la continuo.

martes, 8 de febrero de 2011

Mis Nahuales. Parte II


CUANDO ESTOY ENOJADA SOY COMO UN ELEFANTE

Grande e incontrolable, que puede destrozar y matar. Arrasar y no dejar nada a su paso. Que corre y patea. Con su trompa coge y con fuerza arranca y avienta. No se detiene ante nada y ante nadie. Pero si nos detenemos a mirar con cuidado y observamos sus ojos, verás que ha derramado lagrimas y que en ellos se expresa todo el dolor y la tristeza que está sintiendo. La expresividad de su mirada nos dice que sí, evidentemente hay rabia, furia, coraje y también ira, pero eso le duele, le causa un gran dolor y ese dolor lo hace enojar más y entonces el elefante de tanto dolor empieza a arremeter contra sí mismo, se estrella en los árboles y se hace daño, sus patas ya le sangran y su trompa está herida. Pero la intensidad de todo lo que está sintiendo es mucha y es grande, como él. Es un remolino adentro donde ya todo está mezclado, no hay claridad y eso tiene al elefante confundido. Siente mucho y siente tanto que ya no sabe que siente.

Mis Nahuales. Parte I


CUANDO TENGO MIEDO

Me siento como un conejillo asustado, temeroso de salir de mi guarida y asomar la nariz donde el sol da con tanto calor. Nerviosa, tiemblo y me enconcho. Me hago bolita y me tapo con todas las cobijas. Meto la cabeza a las sábanas. Vibro de frío. No abro los ojos. No quiero mirar, no quiero ver luz, ni quiero ver nada. Tampoco quiero oír, quisiera no oír nada sin embargo escucho todo. Escucho mi respiración chiquita y apretada. El latido de mi corazón, las palabras que en mi mente transitan sin orden y las manecillas del reloj que está en el buró. La necesidad de un abrazo me cristaliza los ojos. Como un conejo que está solo en medio de la nada y que con sólo un abrazo su mirada se suavizaría. Sin embargo no hay tal abrazo. El conejo está solo y se abraza así mismo. Así me abrazó yo, intento calentarme y respirar profundo. Intento dejar de llorar y pensar en eso que antes tenía y que ahora me hace falta, en aquello que ya no tengo y que ahora extraño, en lo que antes era y que de eso ahora no queda mucho. El conejo intenta sentirse grande, fuerte y valiente. El conejo se quiere sentir seguro, acompañado y tranquilo.

lunes, 7 de febrero de 2011

EXPERIENCIA CON MARÍA FÉLIX


Un perro me mordió la pierna, me enterró sus colmillos y me dejó escurriendo sangre, hinchado todo alrededor, un moretón y algo que se está poniendo negro.

No podía dejar de pensar -Pinche perro- pero es el perro de un amiga, y aún que dice que siempre muerde, nunca lo había hecho tan feo.

Así que decidí mejor pensar en que algo tenía que enseñarme ese estúpido animal, no, no, no, quise decir ese “perrito” (en mi cabeza aparece entre paréntesis con letras chiquitas y lo escribo con un poco de vergüenza y pido disculpas por tan fea expresión pero es resultado de mi enojo) por que a ver, recapitulemos.

–yo no le hice nada-

Llegué a su casa y me ladró, su hermosa dueña le llamó la atención y yo me acerque un poco para permitirle que me oliera y así se tranquilizara pero se fue directo a mi pierna y me dejó tremenda mordida. Si algo tenía que enseñarme pido al universo, al cosmos y a toda la naturaleza que por favor me mande animalitos más lindos, tiernos, amorosos y suaves para enseñarme todo lo que quiera, yo estoy en toda la disponibilidad de aprender, me encanta, es algo que busco siempre pero...

¿Por qué un jaguar que me habla feo, un tigre que me agarra a zarpazos y un perro que me muerde?

Por que algo me tienen que enseñar y si no es así, yo no aprendo, me diría un Jaguar.


Bueno, pues si así van a ser las cosas, andaré con casco por la vida, rodilleras, coderas, chaleco salvavidas y una banderita que diga: AMOR, PAZ, LIBERTAD Y RESPETO!!! Eso de un lado, y del otro dirá: CON CARIÑO, CUIDADO Y HERMOSURA!!! A ver si así me voy procurando experiencias más suavecitas por que eso de andar aprendiendo a golpes ya no me está gustando.


PD. Vivis, te voy a agradecer que me enseñes su cartilla de vacunación y si no cuentas con ella:

1.- Acompáñenme tú y María Félix al veterinario para que él, nos diga qué onda.

2. La próxima, agárralo, amárralo o enciérralo antes de que muerda a alguien más.

POR FAVOR!!! POR FAVOR!!! POR FAVOR!!!

viernes, 4 de febrero de 2011

Cuando sientas miedo...




Corre tan rápido como puedas.
Abraza a alguien con todas tus fuerzas.
No lo sueltes. No te sueltes.
Si sientes miedo no lo digas.
Mejor siente otra cosa. Siente amor,
seguridad y eso si nómbralo.
Di amor, di libertad, conocimiento,
y así lo harás realidad.
El miedo desaparecerá.
La paz regresará y la perfección existirá.
Anoche sentí miedo y confirme que:
Por miedo podemos ser egoístas,
mentirosos, desleales, ignorantes o al revés.
Ya trabajo mi buena voluntad, para ser una mujer honesta,
compartida, trabajadora, fuerte, creativa, inteligente, sin miedo,
y sobre todo que ame, corra y abrace con todas sus fuerzas.





martes, 1 de febrero de 2011

La historia de una voz


Creo que cuando nací, y por primer vez entró aíre a mis pulmones fue tan doloroso :( que de mi voz salió un grito y un llanto tan característico que mis padres lo recuerdan siempre. Yo honestamente no me acuerdo.

De ahí los llantos y balbuceos fueron muy comunes, hasta que comencé a emitir sonidos más claros, a muy corta edad por cierto. Quiero confesarles que tengo una voz bastante precoz. Ella comenzó a decir palabras desde muy joven. Más pronto de lo normal. Aún que la “rr” me costo bastante trabajo, no fue problema. Practiqué y practiqué hasta que lo logré. Como con todo. Siempre.

Mi voz comenzó haciendo sonidos, llorando y gritando por necesidad. Después comenzó a unir silabas y poco a poco fue diciendo palabras. Al principio no muy claras. Eran muy sencillas como: Mamá, Papá, pipi, popo y todas esas primeras cosas que comúnmente todos decimos.

Mi voz ha expresado enojo, ira, rabia y furia. También amor, alegría, agradecimiento y hermosura. Mi voz a gritado –Vete!!! Déjame!!! Chinga tu madre!!!- Y más. También ha gritado –Te amo!!! Métemela!!! Te extraño!!!- Y más.

Mi voz en otras vidas como en ésta, ha gritado y ha susurrado. Ha cantado y hablado en público. Ha maldecido y ha bendecido. Ha agradecido y ha reprochado. Mi voz en otras vidas ha sido igual que ésta, aún que diferente. Es la misma sólo que en otro tiempo y otro espacio. Quizá también en otro cuerpo o será en el mismo. No lo sé, pero lo siento.

Ahora mi voz a gritado de dolor, de placer, de emoción y de miedo. Ha aprendido a pedir perdón y ha sabido pedir ayuda. Mi voz ha sido una gran compañera. Ha estado conmigo siempre.

Desde que nací ha ido conmigo caminando y preguntando por tal o cuál calle. Se ha subido conmigo al escenario cantando, bailando y actuando. Siempre hace presencia. Me acompaña en la cama con ellas y con ellos. Ha estado conmigo en las mañanas para decir –Buenos días!!!- En las noches mientras hablo sola. En el baño cuando grito –Se acabo el pape!!!- Cuando mi madre le va a echar aceite a los huevos y grito -nooooooo!!! Cuándo mi padre quiere sacar el coche y yo le digo –vamos en bici o caminando- jajaja y me río, y mi voz se ríe conmigo. O será ella la que ríe. Quiero pensar que reímos juntas. Y también lloramos.

Ahora me acompaña como siempre. En esta vida como en las otras. Expresando lo que mi corazón siente. Lo que ha mi alma le pasa. Lo que mi cuerpo experimenta y lo que mi mente piensa.

Mi voz cada vez es más honesta. Practica la claridad. La escucho cada vez más fuerte, más hermosa y mas fiel. Mi voz cada vez canta mejor, dice menos groserías, es más certera, más precisa y verdadera.

Mi voz sigue creciendo, gritando, susurrando, hablando y expresando. Experimentamos y morimos. Renacemos y jugamos. Mi voz seguirá diciendo –Te amo!!! Salud!!! Siempre!!!.- A mi voz no la calla nadie, ella y yo guardamos silencio a veces y respiramos tranquilas.