Un día nublado. Lluvioso y melancólico. Me levanto con tu ausencia. Me baño en tu imagen y desayuno tus recuerdos.
Te pienso. Ya en la tarde. Al final de mi día. Mientras camino a casa y siento frío. Te pienso.
Un día tranquilo, sin complicaciones. Trabajo intenso, certero y fructuoso.
Regreso a casa satisfecha, sintiendo el aíre frío. Mirando el pavimento mojado. Admirando la ciudad en el reflejo del agua que ha caído y nos ha mojado.
Noche de lluvia en la que mi cuerpo llora y se moja.
Noche lluviosa que inunda mi cama de tu ausencia.
Dormiré???
Quizá igual que ayer.
Hasta que mi cuerpo no pueda más y agotado caiga en la cama para dormir y así pensar un poco menos en ti. Y quizá, soñar un poco más contigo.
Diario de Mar Itzel 21 junio 2011
1 comentario:
ohh que dulce se siente el dolor de recordar gracias al frio, la lluvia o la noche... las tres juntas son tan extrañas.
Publicar un comentario