Que
maravillosas experiencias tiene para mí la vida. Realidad no tangible. Nada
palpable pero es mi realidad.
Estaba soñando contigo. Tu rostro pegado al mío.
Como diría Cortazar jugábamos al cíclope.
Estaba
llena de amor. Llena de ti. Llena de amor por ti. El amor brotaba de nosotros.
Juntos. Tan cerca uno del otro y los dos emanando tanto, pero tanto amor.
Me desperté. Abruptamente desperté y seguías
aquí. Frente a mí. Mirándome con tanto amor que quise tocarte y fue ahí que me
di cuenta que no estabas. Fue tan real. Te ví estando despierta. Te miré
aquí. A mí lado. Me tiré en la cama viendo hacia el techo y tratando de
entender qué era lo que había pasado. Disfrutando todavía la sensación de
tenerte frente a mí. Por alguna razón miré mi celular y lo que encuentro es un
mensaje que dice –Te amo. Maravilloso despertar. Un amanecer lleno de amor y
lleno de ti. Lleno de los dos. Creo que mi día será increíble por que ha
empezado con una sonrisa que no me cabe en el rostro.
No había nada. Estaba sola en mi cama. Sin embargo en mi
realidad te tuve por un instante frente a mí. Otra vez. Estabas aquí y te amaba.
Aún sin estar aquí te sigo amando. Deseando. Soñando. No lo sé. Sólo sé que me
gusta y me hace feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario