domingo, 19 de abril de 2015

A los treinta.


La vida puso en mi camino a personas maravillosas que se acercaron a mí para que les montara una coreografía. Nos conocimos entre música, pasos de danza y cargadas. Reímos, nos abrazamos y exploramos el movimiento a partir de un discurso de amor que a todos nos contagió, nos llenó y nos inundó.

Cuatro adolescentes maravillosos con muchas ganas de bailar, pasión por la vida y alegría en sus corazones. Inyectaron vida en mí, cada ensayo terminé agradecida por compartir con ellos esas ganas infinitas de comerse al mundo y esa curiosidad de ir conociendo y reconociendo las experiencias de bailar, todo lo que implica crecer y aprender.

Compartir esta experiencia con ellos me dejó llena de amor, envuelta en curiosidad por la vida y con todas las ganas de vivirla, sentirla, experimentarla y descubrirla en cada momento. Estar con ellos impregnó mi ser de éxtasis y así me llevaron a revivir eso mismo que yo, a su edad experimenté y me di cuenta ahora que por alguna razón lo había perdido.

Me siento con la energía de una adolescente de 16 años, con la madurez y experiencia de una mujer de 30.

Este año definitivamente es un año de agradecimiento. Eterna y completamente agradecida por conocer a Miguel, Jesús, Jimena y Rebeca.

Me siento bendecida. Gracias!!!

No hay comentarios: