En mi grupo de terapia aprovechando que faltaron muchos y sólo fuimos tres más la terapeuta, cuatro. Observé.
Chabe estaba contándonos que se sentía muy triste. Mientras nos platicaba movía las manos, se ponía una sobre el pecho y la subía hacia la garganta. Se tomaba las manos y se retorcía los dedos como angustiada. También ponía las dos manos sobre sus muslos y los frotaba de arriba para abajo con fuerza, ahí me parecía más ansiosa que angustiada. Su voz temblaba y se entrecortaba. Araceli le daba un sorbo de vez en cuando a su café y Angélica la miraba con atención.
Cuando Ara habló, cambió su postura física para tomar la palabra y su volumen de voz era mucho más alto y más agudo, fue con el contraste, cuando me di cuenta que Chabe estaba hablando muy bajito y su tono era grave.
Jaquelin en cambio se fue hundiendo poco a poco en el sillón y tomó un cojín que estuvo abrazando casi todo el tiempo. Cuando ella tomó la palabra, movía sus pies inquieta, era un movimiento casi exagerado, tanto que Ara soltó una especie de risa. Al momento de reír hubo una mirada de Ara hacia los pies de Jaquelin que hizo que los detuviera. La risa de Ara le hizo darse cuenta y estar consciente de lo que hacía con sus piernas.
Ara en algún momento más tranquilo y relajado de la conversación se paró para servirse más café.
Chabe permanecía quieta, moviendo apenas las manos con gestos de angustia y muy apretados, como si estuviera haciendo un esfuerzo por no llorar. Angélica se movía de vez en cuando para cambiar su postura siempre atenta, pero cómoda. Jaquelin cambiaba de posición, moviendo los pies constantemente y revisaba su celular discretamente y de reojo, como si quisiera ver la hora o revisar rápidamente algún mensaje. Ara tomaba café y cambiaba de posición cada vez que tomaba la palabra o para cerrar y concluir su participación. Era como si para tomar la palabra necesitara hacerse para adelante y ponerse atenta, al terminar, reposaba atrás, recargada y en una posición más descansada o de pasividad.
Debo confesar que de vivir la experiencia a realizar las observaciones hubo un lapso de tiempo bastante largo, me fue difícil lograr recordar todo. Sin embargo hice un esfuerzo por tratar de describir con detalle. Este ejercicio me permite abrir mi percepción al lenguaje no verbal. Me ayuda para ser más sensible a lo que se dice con el cuerpo. Estoy en entrenamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario