
Ser complejo. Sinuoso y rebuscado. Abstracto y concreto.
Difícil. Me cuesta definir a una mujer. Soy una de ellas y eso me encanta. Disfruto de la capacidad que tenemos para hacer diferentes cosas al mismo tiempo. Ese sexto sentido. Intuición que en ocasiones puede salvarnos, en otras sorprendernos y a veces ayudarnos. Llenas de suposiciones. Demandantes constantes.
Adoro ser mujer y poder usar una minifalda o un short taaan corto, para que mis piernas disfruten del sol.
Me gusta ser mujer y acariciar mi piel suavecita, mis piernas gordas y sabrosas. Amasarlas como si no tuviera otra cosa mejor que hacer, que desaparecer mi celulitis.
Las mujeres lloramos en las bodas, lloramos con las amigas, lloramos junto a los hijos, lloramos cada mes, lloramos con un orgasmo, lloramos viendo una película y lloramos por llorar. También para llamar la atención, para que nos abracen, para que nos apapachen y nos cuiden, para que nos llenen de amor.
Nos gusta que nos hagan reír, que nos cocinen, que nos abran la puerta y nos cedan el paso, que nos escuchen con atención, que nos pregunten cómo estamos, que nos defiendan y que nos pinten las uñas.
Nos gusta platicar sólo entre mujeres, peinarnos, maquillarnos, untarnos barro en el cuerpo, ponernos mascarillas, prestarnos ropa y contarnos secretos.
Creo que entre mujeres podemos hacer cosas hermosas, equipos sólidos, fuertes e imparables. Entre mujeres podemos apoyarnos, ayudarnos y acompañarnos. Las mujeres sabemos entender, facilitar y resolver. Me gusta ser mujer.
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