viernes, 13 de mayo de 2016

Una linda noche




Cómo una linda noche se puede volver  pesadilla.

Comienzo a escribir para sacarme  los monstruos de la cabeza y convertirlos en palabras.

Mientras lo hago me detengo.

Pienso en para qué me sirve escribir cuando mi corazón está llorando.

Me dan ganas de dejar de escribir y sólo llorar.

Quiero dejar de llorar y mejor escribir.

Pienso que lo mejor es escribir mientras lloro,  para así sacarlo todo, pero en el fondo deseo dejar de llorar, dejar de escribir y correr a tus brazos.

¿Quizá es que no sé pedir amor?

La realidad es que a veces tengo tanto amor que no sé cómo darlo. Me desbordo y me ahogo sola.

Esta noche lloré con la luna. La luna llena y yo tan sola.

Esta noche estabas a mi lado en la cama y te sentía tan lejos, que preferí levantarme a escribir y hablarle a la luna. Ver las estrellas y sentir el viento de las tres de la mañana.

La luna llena y yo menguando. Menguando la luna y yo tan llena. Llena de amor, de ilusiones, sueños y fantasías.

Realidades que nunca sabré si serán verdad, hasta que sean y cuando sean, no sabré si son reales.

Sólo espero  como hasta ahora, saberlo adentro. Ahí donde la niña llora, se oculta y se resguarda para salir a salvo.

Saberlo en el fondo y seguir adelante. Sin miedos, sin monstruos.

Seguir adelante y seguir con los sueños. Seguir llena de amor y con tanta ilusión. Seguir creyendo y con el corazón entero.


Seguir y seguir hasta llegar a vivir una linda noche, y ya.

lunes, 9 de mayo de 2016

Un lunes en la mañana



Que sentimiento tan raro, ese de tener en mi cama al hombre que amo enfermito. Ese hombre que normalmente me cuida, me protege y se preocupa por mí. Ese hombre que me enamoró porque me carga la bolsa, me abre la puerta, me carga a mí y a veces me carga a mí con todo y bolsa abriendo y cerrando la puerta después. Ese grandulón de 1.90 que me abraza para que no esté triste, se acuesta a mi lado y me da amor, me seca las lágrimas y me pide que ya no llore. Ese hombre maravilloso al que conocí y del que me enamoré al instante. Ese gran hombre que ya me ha cuidado antes. Un hombre  admirable que no va a trabajar para quedarse con su novia hipocondriaca que a cada rato le da tos, diarrea, gastritis, colitis, gripa y cuerpo cortado. Ese hombre que me ama, me protege y me cuida tanto; hoy, está en enfermo. Con todo el cuerpo dolorido y sin poder moverse. Pidiéndome que lo abrace y diciendo perdón por tanta lata.  Yo lo abrazo y me quedo mirándolo. Tan cansado él, moviéndose con dolor en todas las articulaciones. Despertando en cada hora con molestias. Sudando y quejándose entre sueños.

Me parte el corazón. Me llena de bondad y me nace una imperiosa necesidad de cuidarlo, apapacharlo, protegerlo y darle todo lo que necesita. Entonces voy a la farmacia por medicina, le compro un jugo y le preparo el desayuno.  Lo dejo descansar y lo vigilo como policía cada 15 minutos para verlo y saber que está bien, que no lo falta nada. Busco que vaya mejorando.  Entonces pienso en lo lindo de tener un compañero que me cuide y a quien cuidar. Lo bello de la relación donde nos apoyamos uno en el otro. La gran fortuna que es tener la tranquilidad para poder dormir, sabiendo que tienes a alguien cuidándote y preocupándose por ti.


Yo feliz de poder ser una mujer que cuida al hombre que ama. Triste porque no me gusta verlo enfermo, débil o sintiéndose mal, pero satisfecha de poder ver por él y acompañarlo también en estos momentos. Soy una gran mujer que está a lado de su gran hombre en la salud y en la enfermedad, por muy trillado y católico que suene, se siente bien. Me siento orgullosa de mí y de mi relación.

viernes, 6 de mayo de 2016

¿Qué es para mí ser niña?




Ser niña es ese breve pero infinito momento en la vida de una persona. Ser niña es ese instante que a los ojos del recuerdo se hace memorable. Ser niña es ese inicio que nos forma y nos conforma para seguir adelante. Ser niña pareciera que pasa pero no pasa, permanece en nuestros recuerdos y en esas experiencias donde nos permitimos sorprendernos y maravillarnos.

Porque ser niña es abrir los ojos grandes para saborear el mundo, como esa primera vez que probamos un platillo nuevo y diferente. Porque ser niña es oír con cada poro de la piel todos esos sonidos agradables y desagradables,  para luego saber que sí nos gusta o que no. Porque ser niña implica parar la oreja y ver cosas que nunca habíamos visto. Por que ser niña es tocar la vida con todo el corazón, ese corazón inocente y noble, ese corazón amoroso y dulce, ese corazón de niña que ruego nunca se pierda entre pesadillas, miedos y monstruos.

Pido al universo una gota de  magia para preservar los corazones de nuestras niñas y nuestros niños a salvo. Para que lleguemos a los 90 años suavecitos y flexibles, tiernos y abiertos a recibir y a dar. Para que nos hagamos viejitos y sigamos siendo bonitos. Para que crezcamos y crezcamos y nunca nos perdamos. Para que lleguemos a ser adultos sin rejas, prejuicios o ataduras.

Porque ser niño es ser feliz, llenar la vida de sueños e ilusiones, ilusiones que se alimentan de esperanzas, esperanzas que se llenan de optimismo , optimismo que se acompaña de fe y la fe que va guiada por el amor.

Sueño con un mundo donde los niños cuidan a los animales. Separan y reciclan la basura. Un país donde todos los niños van a la escuela y comen saludablemente. En mi sueño, los niños toman agua y escriben cartas. Un sueño donde los niños se van a la escuela en bicicleta y juegan en los parques.

Sueño de niña que sueña con seguir siendo niña. Una niña que abraza a los arboles y baila despeinando sus cabellos al viento. Una niña que nunca dejó de ser niña porque, eso soñó, y toda su vida trabajo por serlo. Ahora su vida es un sueño y sus sueños inundan su vida.

Ahora es una mujer  que le da clases de danza a cientos de niñas. Ahora esta niña es maestra y juega, baila, se ríe y es feliz en su trabajo. Trabaja con amor y baila mucho. Se tiran al suelo, saltan, giran, ruedan, se abrazan y cuando una niña le dice

-       gracias maestra. 


Ella llora de felicidad y agradece a la vida por tanto. Agradece a las niñas porque le enseñan cada día lo valioso de vivir. Les dice a las niñas, por favor nunca dejen de soñar. Nunca dejen de creer. Mantengan la esperanza y la fe en sus corazones. Sigan creciendo y sigan amando. Sigan siendo felices y hagan sus sueños realidad porque, la vida es un sueño. Es tu sueño. Vívelo  y gózalo, llóralo y ríelo. Duélelo y abrázalo. Es tuyo. Es tu vida y son tus sueños. Eres tú.


miércoles, 4 de mayo de 2016

Colitis del demonio



Llegué al ginecólogo muy preocupada por un desorden hormonal que me traía vuelta loca, y en el ultrasonido el doctor me dice –señorita usted está muy bien (entre otras cosas), pero tiene colitis.

¿Colitis? ¿qué es eso? ¿cómo se quita? ¿qué hago?

Después de esa noticia, empecé a sentir conscientemente mi estomaguito inflamado. Diarrea de vez en cuando. Dolor abdominal, retortijones, cólicos. Cansancio extremo. Nada de ganas de comer nada.

Es un malestar eterno, constante y permanente. Es sentir los metros y metros de tripa que tenemos adentro dilatadas, distendidas y flojas como si estuvieran llenas de agua y pesaran kilos y kilos dentro de mi pequeño abdomen.

Dice el doctor que es estrés. Ahora que alguien me explique ¿Qué demonios es el estrés? Yo no me siento estresada, al contrario creo que mi vida es bastante relajada y tranquila. Miro mi agenda y pienso en lo mucho que hacía antes  y lo poco que estoy haciendo últimamente. Paso tiempo en casa, como lo que yo cocino y hago ejercicio.

Claro que después de años y años de una dieta bastante balanceada y cuidada por mí, para mantenerme saludable y lejos del estreñimiento que tantos años me aquejó., ahora se ha visto muy cambiada gracias a que tengo una relación hermosa con un hombre que come como si fuera el último día de su vida. Lo disfruta, lo goza, lo prepara, lo saborea, lo comparte y lo reposa de maneras tan envidiables, que no he podido más que dejarme consentir y enseñar a comer así de rico. Claro que lo rico no siempre es saludable, los antojos no son siempre balanceados y sus porciones de hombre alto que mide 1.90 no son exactamente las porciones de una mexicana común y chaparrita de 1.58 como yo.

También pueden ser mis angustias económicas gracias al maldito banco y sus estúpidas tarjetas que me robaron y me dejaron sin dinero y con deudas. Mi nueva vida sin tanto teatro y más danza. Mi nueva forma de transportarme sin tanta bici y  ahora mucho  carro, lo cual me tiene bastante decepcionada de mi misma y quisiera pasar a otro punto. Se me ocurre que también puede ser tanto picante, tantas emociones excitantes en tan poco tiempo.

¿El clima quizá?

Quizás es todo, pero es horrible y quiero que acabe ya. A recuperar a esa Mar que comía bien, andaba en bici y era relajada y ocupada, no preocupada.


A ver qué tal me va con este intento de retomar lo bueno de la Mar de antes y mantener lo bueno de mi vida en estos momentos. Que por si andaban con el pendiente, es la más feliz, amorosa y satisfactoria de todas mis vidas.  

domingo, 1 de mayo de 2016

Una mañana en silencio

Esta fue una mañana de domingo en silencio. Nada de música al despertar. Nada de programas en youtube mientras preparo el desayuno. Nada de platicas con nadie, no sólo porque desperté sola, la verdad no quería hablar ni con los gatos, ni con las plantas como acostumbro a hacer en mi soledad no tan solitaria. Cerré mi boca y me guardé mis comentarios. Desayuné mirando al balcón. Escuchando el ruido de la ciudad que entra por mi ventana, dejé que mis pensamientos me entretuvieran.

Hice la limpieza de mi lindo hogar, la cama bien tendida, el cuarto recogido, la sala y el comedor barridos y trapeados, la mesa limpia, los  trastes lavados. Todo listo para sacar mi tapete de yoga y empezar con las respiraciones profundas. Todo listo para seguir en compañía de mi misma y disfrutando del viaje hacia dentro de mí. Delicioso el aire que soplaba y me refrescaba. Riquísimo que resulta estirar mi espalda, alargar mis piernas y sostenerme sobre mis brazos hasta cansarme. Bonito que es trabajar el cuerpo y sentir cada músculo esforzándose, los ligamentos y tendones estirándose, el esqueleto sosteniéndome y mi voluntad trabajando para concentrarme y no correr a contestar mi celular que sonó dos veces.

Así esta mañana de domingo callado. Así la  mente se calma y el corazón se pone contento. Cerramos con broche de oro después de una rica sesión de masturbación y el baño que despierta al más dormido y revive al más muerto.

Lo que viene es una rica comida con el hombre que amo y mi hermosa familia. Tarde de juegos de mesa, muchas risas y buenas pláticas. Gracias a la vida por tan maravilloso viaje. Gracias por tantas y tan buenas experiencias. Gracias a mí misma por saber disfrutar de esto que la vida me da jejejejeje aplausos y palmaditas en la espalda para todos, incluida yo.