Que sentimiento tan raro, ese de tener en mi cama al hombre
que amo enfermito. Ese hombre que normalmente me cuida, me protege y se
preocupa por mí. Ese hombre que me enamoró porque me carga la bolsa, me abre la
puerta, me carga a mí y a veces me carga a mí con todo y bolsa abriendo y
cerrando la puerta después. Ese grandulón de 1.90 que me abraza para que no
esté triste, se acuesta a mi lado y me da amor, me seca las lágrimas y me pide
que ya no llore. Ese hombre maravilloso al que conocí y del que me enamoré al
instante. Ese gran hombre que ya me ha cuidado antes. Un hombre admirable que no
va a trabajar para quedarse con su novia hipocondriaca que a cada rato le da
tos, diarrea, gastritis, colitis, gripa y cuerpo cortado. Ese hombre que me ama, me protege y me cuida tanto; hoy, está en enfermo. Con todo el cuerpo dolorido y sin poder
moverse. Pidiéndome que lo abrace y diciendo perdón por tanta lata. Yo lo
abrazo y me quedo mirándolo. Tan cansado él, moviéndose con dolor en todas las
articulaciones. Despertando en cada hora con molestias. Sudando y quejándose
entre sueños.
Me parte el corazón. Me llena de bondad y me nace una imperiosa necesidad de cuidarlo, apapacharlo, protegerlo y darle
todo lo que necesita. Entonces voy a la farmacia por medicina, le compro un
jugo y le preparo el desayuno. Lo dejo
descansar y lo vigilo como policía cada 15 minutos para verlo y saber que está
bien, que no lo falta nada. Busco que vaya mejorando. Entonces pienso en lo lindo de tener un
compañero que me cuide y a quien cuidar. Lo bello de la relación donde nos
apoyamos uno en el otro. La gran fortuna que es tener la tranquilidad para poder dormir, sabiendo que tienes a
alguien cuidándote y preocupándose por ti.
Yo feliz de poder ser una mujer que cuida al hombre que ama.
Triste porque no me gusta verlo enfermo, débil o sintiéndose mal, pero
satisfecha de poder ver por él y acompañarlo también en estos momentos. Soy una
gran mujer que está a lado de su gran hombre en la salud y en la enfermedad, por muy
trillado y católico que suene, se siente bien. Me siento orgullosa de mí y de
mi relación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario